La charla fue breve y la decisión ya estaba tomada. Marcelo Moretti y Néstor Ortigoza le comunicaron al entrenador Rubén Darío Insúa que su ciclo en San Lorenzo estaba terminado.
Las pésimas actuaciones del equipo y el papelón de ayer en Ecuador fueron determinantes para que se tomara esta decisión.
Los números de los últimos dos campeonatos locales, Copa de La Liga 2023 y 2024, y el bajísimo nivel del equipo, que a diferencia de lo que Insúa prometió no se vio en abril, no ayudaron para nada al "Gallego", que fue y seguirá siendo un ídolo del club pero que sinceramente no le estaba encontrando la vuelta al equipo, no solo ayer sino en los últimos 10 meses.
Las pésimas actuaciones en los clásicos, en donde el equipo prácticamente no llegó a inquietar a ninguno de los arqueros rivales, las tres victorias en 15 partidos y un punto sobre 6 en el arranque de la Libertadores, incluido el primer partido ante los suplentes de Palmerias como local, no dejaron margen para la decisión.
Tampoco ayudaron las decisiones con respecto a la formación del equipo y a los cambios experimentados en varios de ellos, que como se pudo ver en los resultados no tuvieron el efecto esperado.
Ahora San Lorenzo deberá acelerar la contratación de un nuevo DT y esperar que pueda revertir rápidamente por lo menos el aspecto anímico de un equipo que en muchos partidos daba la sensación de entrar derrotado.
