viernes. 26.04.2024

El último 23 de marzo volvió a pasar. La gente de San Lorenzo hizo lo que mejor sabe hacer. En el lugar que nos pertenece, estuvimos porque el club nos necesita. 
Más de 1.000 cuervos marcharon desde donde festejamos el título más importante de nuestra historia, hasta el lugar que más  extrañamos. Algunos dijeron que la convocatoria fue poca, a esos les digo que no importa el número, sino la razón por la que se gestó la manifestación.
El descontento de la mayoría de los socios e hinchas contra la dirigencia de turno tiene varias razones de público conocimiento. El descuido, el manejo de personas que no están a la altura de gestionar semejante club, nos llevó a la situación futbolística y económica que atravesamos. Porque más allá de que el fútbol masculino sea la prioridad para el socio/hincha, esto repercute en todos los ámbitos.
Dirigentes licenciados, ausentes y desinteresados. Los mismos que llegaron proclamando su amor por San Lorenzo, hoy lo destratan y lo olvidan ante sus aspiraciones personales. No está mal que sean esas sus prioridades, pero este club necesita gente que lo tenga como principal ocupación, es por eso el pedido de un paso al costado. Sería el último gesto por la que algún hincha podría mirarlos con respeto. Porque no es sólo lo que hacen, sino lo que dicen también.
En medios nacionales eligen declarar porque se sienten cómodos, los que hacen las preguntas no tienen ni idea del día a día de San Lorenzo y por eso los cuestionamientos son menores. Medios los cuales dedican cinco minutos de la programación diaria a hablar del Ciclón. Los dichos son siempre después de algún triunfo del equipo, muy cada tanto, excepto los de los días siguientes a la marcha del 23/3. ¿Cuál será la razón por la que nunca aceptan entrevistas o preguntas de los medios que cubren el día a día y hablan de San Lorenzo más de 10 horas por día? Me refiero a los que realmente les importa el club, los que se hicieron presentes en la marcha, junto al socio e hincha, en lugar de estar con los que minimizaron la marcha o ni siquiera mencionaron algo sobre ella. Esos medios que les gustan juntar interacciones en las redes sociales o el gesto bueno de algún jugador o dirigente, para jactarse de ello. Se borran en los momentos que San Lorenzo más nos necesita.
Es el desahogo de un simple socio e hincha, que sólo quiere que la pasión que le transmitió su papá sea, de nuevo, lo que nuestra historia marca desde el principio. Pero estoy tranquilo, porque sé que no soy el único que se siente de esta manera y nunca nadie pudo frenar al hincha de San Lorenzo. Confiemos cuervos, que pasan todos y siempre quedamos nosotros.

Las opiniones vertidas en la sección Rincón del Hincha son de exclusiva responsabilidad de los autores y no son una opinión de Rincón Azulgrana.

"En las buenas y en las malas, hasta el fin", la columna de hincha de San Lorenzo